Sacramento de la Confirmación

El
Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son los sacramentos de la Iniciación
Cristiana, que forman una unidad. Es preciso, pues, explicar a los fieles que
la recepción del sacramento de la Confirmación es necesaria para la plenitud de
la gracia bautismal. En efecto, a los
bautizados «el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la
Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta
forma se comprometen mucho más, como auténticos testigos de Cristo, a extender
y defender la fe con sus palabras y sus obras (LG 11)».
Es el sacramento de la mayoría de edad
en la fe, y, por lo tanto, si en el bautismo eran los padres los primeros
responsables en la fe de sus hijos, ahora son ellos los que deciden y
reafirman esa fe.
Normativa diocesana y
parroquial
Sobre la formación: al acercarse la fecha de la
Confirmación, los catequizandos recibirán una preparación inmediata, en la que
se les expliquen los ritos litúrgicos y, en especial, el
significado de la unción con el Santo Crisma mediante la imposición de manos
del Obispo y el sentido de la fórmula sacramental. Cada
parroquia o comunidad parroquial, al celebrar el sacramento de la Confirmación,
establecerá un ciclo de reuniones preparatorias para padres y padrinos en orden
a explicar las exigencias y significación del sacramento.
En vísperas
de la celebración debe hacerse una celebración penitencial con los chicos y con
los padres. En la medida de lo posible, téngase también una convivencia de
preparación.
Sobre el padrino. En la medida de lo posible, tenga el confirmando un
padrino, a quien corresponde procurar que se comporte como verdadero testigo de
Cristo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento. El padrino ha de reunir las condiciones
expresadas en este Directorio a propósito del Bautismo. Es, además, conveniente
que se escoja como padrino a quien asumió esa misión en el Bautismo. De esta
manera, se manifiesta más claramente la unión entre el Bautismo y la
Confirmación y se hace más eficaz el ministerio y la misión del padrino.
Sobre las celebraciones: En vísperas de la celebración
debe hacerse una celebración penitencial con los chicos y con los padres. En la
medida de lo posible, téngase también una convivencia de preparación.
La
celebración de la Confirmación podrá tener lugar en la Catedral, el templo
parroquial o en otro templo donde se puedan concentrar el mayor número de
confirmados del arciprestazgo. Presidirá
el Obispo de la Diócesis, o en su ausencia, el Vicario episcopal o sacerdote
delegado por el Obispo.
